Tratamientos: Estética Facial

En Clínica San Crescente contamos con avanzadas y tratamientos estéticos para identificar y tratar los efectos del envejecimiento de la piel.

A continuación se describen los tratamientos de estética facial más frecuentes:

Botox: Es una de las mejores alternativas para prevenir y reducir arrugas, y para tratamientos dentales asociados al bruxismo. También se aplica para evitar el sudor excesivo, reducir el parpadeo incontrolable y otros tics faciales.

Consiste en infiltrar el músculo de la zona que se desea tratar, inhibiendo por relajación su movimiento. Este proceso toma pocos minutos y no requiere de anestesia. A partir de la primera semana es posible apreciar los resultados, cuya duración oscila entre los cuatro y seis meses, y tras lo cual debe renovarse la dosis.

Ácido Hialurónico: Sustancia natural que se encuentra en el cuerpo y que ayuda a mantener hidratada la piel. Con el paso del tiempo esta disminuye y a los 50 años sólo nos queda la mitad, por lo que muchas personas lo aplican para disminuir las arrugas, aumentar labios o levantar la nariz.

El efecto es visible inmediatamente aunque el resultado óptimo se aprecia 10 días después de la intervención. El tratamiento no tiene contraindicación, pero puede provocar pequeños hematomas en la zona inyectada.

Los resultados pueden variar según la edad de la persona, la zona a tratar, grado de exposición al sol y consumo de tabaco.

Plasma Rico en Plaquetas: La concentración de plaquetas favorece significativamente al rejuvenecimiento de la piel a través de la recuperación de tejidos. Las Plaquetas se obtienen de la misma sangre del paciente, la cual es procesada e inyectada en las zonas más flácidas del rostro, escote y cuello.

Este tratamiento se recomienda a partir de los 30 años, cuando la piel comienza a perder su poder de regeneración o los signos de envejecimiento son más visibles. Su aplicación puede ser tanto preventiva (piel joven) como restitutiva (piel envejecida). También ayuda a tratar alopecias androgénicas.

Al provenir de la propia sangre del paciente no existe riesgo de infección, transmisión de enfermedades o reacciones alérgicas.

Mesoterapia facial: Tratamiento que utiliza nutrientes inyectables para mejorar la hidratación celular que permite el proceso de rejuvenecimiento.

Consiste en una inyección de componentes que el cuerpo necesita para producir colágeno, proteína responsable del grado de firmeza y elasticidad de las estructuras del organismo, y cuya producción se reduce gradualmente a medida que pasan los años.

Los resultados varían de un paciente a otro dependiendo el tipo de piel. En promedio, los efectos se comienzan a percibirse luego de dos o tres sesiones.