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La cirugía de implantes reemplaza dientes perdidos colocando raíces artificiales fijadas al hueso. Para que el procedimiento sea exitoso, se requiere una rigurosa planificación y rehabilitación.
1. Diagnóstico y planificación
Utilizando radiografías, moldes y fotografías, se realiza una evaluación detallada del caso del paciente con tal de elaborar un plan de tratamiento.
2. Inserción del implante
Se inserta quirúrgicamente la raíz artificial en el lugar que se ha planificado anteriormente.
3. Rehabilitación y osteointegración
Para que el implante se fije bien al hueso, hay que dar tiempo a la regeneración de los tejidos, lo que tarda unos cuatro meses en caso el caso de la mandíbula inferior, y seis en la superior. En este período hay que evitar golpes, cigarros y alcohol.
4. Colocación del pilar
El pilar es una pieza similar a un tornillo y sirve para unir el implante con el diente artificial. Se inserta en una segunda cirugía, una vez que el hueso se ha sanado de la operación anterior.
5. Colocación de prótesis
El último pasó consistirá en fijar el diente artificial (corona) en el pilar.
Controles periódicos
Para que el implante se mantenga en buenas condiciones, es necesario acudir periódicamente al odontólogo. Esto te permitirá gozar de una salud dental óptima durante un largo tiempo.
Durante dos semanas: No estimular el área, no beber o comer sustancias calientes, usar enjuague bucal y no fumar.
Después de un mes: Puede parecer que la cicatrización se ha completado, pero el hueso está débil. Evite golpes y sacudidas.
Después de tres meses: En esta etapa, el hueso debiese estar firmemente unido al implante.
Después de 6 meses: Examinar si la fijación se ha desarrollado según lo deseado, además de comprobar si existen buenas condiciones de higiene.
Cada un año: Revisar nuevamente progresos del implante por si hay deficiencias o falencias en su recuperación.
08 enero de 2015 ˙ Publicado por Clínica San Crescente
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Si estás pensando en someterte a un tratamiento que mejore el color de tus dientes, la siguiente información te será de gran utilidad:
La endodoncia, comúnmente conocida como tratamiento de conductos, remueve parcial o totalmente el nervio del diente cuando éste, por diversas razones, ha sido dañado.